Bosque de piedra en Buendía...
Hace unos días, en mitad de la vorágine de esta caótica temporada alta que me hace casi abandonar estos foros, acabamos de nuevo con un grupo en las Caras de Buendía. Vaya por delante que estoy encantado con el pintoresco auge de las Caras y demás fetiches turísticos recientes, máxime cuando generan flujos de visitantes a localidades que antes apenas los tenían, en nuestro depauperado medio rural conquense. Lo que no me deja de resultar llamativo es que, impelidos por el moderno tópico, los grupos pasen de largo ante otros atractivos turísticos de más enjundia sin querer, salvo rara ocasión, dedicarles ni un minuto. Buendía es un ejemplo de esto: pueblo con un buen patrimonio histórico y artístico, bonitos rincones y oferta cultural. Y dentro del catálogo local de monumentos y lugares, la iglesia de la Asunción es la joya: gigantesca iglesia-salón del siglo XVI, la más grande de las que se terminaron en la provincia de Cuenca. Columnaria de ocho fustes, sala diáfana de más d