Requena: El Barrio de la Villa
Requena, a los ojos de los conquenses, sería algo así como la hija pródiga. No por nada: tomada en 1238 a los musulmanes valencianos por D. Gonzalo Ibáñez, quinto obispo de Cuenca, se integró en Castilla y en la diócesis conquense a pesar de que en los viejos tratados debería haber quedado para la Corona de Aragón. Ello provocó una airada queja de Jaime el Conquistador, repleta de justa indignación. De poco le valió, porque la frontera quedó no en el Cabriel, sino en las Cabrillas, desde donde en días claros se veía el Mediterráneo rielar tras las azoteas blancas de la ciudad del Turia. Tan bien salió aquella canallesca operación que Requena ha sido castellana y conquense hasta 1851, seiscientos trece tacos de nada. En ese año la familia Cárcel, el puerto de Contreras, el vino y un famoso carguero con bandera helvética provocaron una basculación política hacia Valencia que lo extraño es que no se hubiese producido antes. La jurisdicción eclesiástica se resistió más, hasta 1