Castillo Añador
Recorriendo los caminos y las soledades de la Mancha, el castillo y despoblado de Añador (o Anador, o Dañador) es un curioso lugar extremo de la provincia de Cuenca, poco conocido, en la ribera izquierda del río Cigüela, término de Villamayor de Santiago, a poca distancia ya del límite provincial y del municipio toledano de Villanueva de Alcardete. Pese a su pequeñez, era lugar estratégico en el cruce del río y en el paso de ganados de la villa de Uclés y aledaños hacia el valle de Alcudia. En el lugar, circundado de perspectivas infinitas, hubo castillo, población, pozo, puente, dehesa y molino, todo con el mismo apellido, de Añador. La fortaleza ocupa un pequeño alcor de apenas una veintena de metros de altura y perímetro casi circular, desgajado del extremo suroeste de una larga meseta arcillosa a la ribera del río, que aquí se encajona a ambas márgenes. La población estuvo a sus pies, en los campos de cultivo hacia el sur, protegida del norte por la meseta y la