Septenario en Moya
Creo que este es mi cuarto Septenario, después de los de 2011, 2004 y 1997. Por lo menos, el cuarto al que he ido por mi propia voluntad y libre albedrío, porque creo recordar que en mis años de inopia me tuvieron que llevar alguna vez. Subir la Virgen a Moya es un espectáculo que sobrecoge, campos y pueblos a través hasta la vieja villa muerta, barco varado en mitad de un piélago yermo, llave de reinos hoy convertida en desolación rodeada de soledades, señora que aún acertó a morirse erguida y orgullosa, quizás para no ver a su tierra extinguirse lentamente entre incurias, olvidos y traiciones. El Septenario de Tejeda es la mayor romería de la provincia de Cuenca. Bien es cierto que juega con notoria ventaja, con el aura de excepcionalidad que le da celebrarse tan espaciado. No solamente acuden vecinos de los treinta y tantos pueblos de la antigua tierra de Moya, sino también gentes de la comarca de Requena y del Rincón de Ademuz, donde la devoción a la Virgen de Tejeda