El Barranco del Arroyo de la Dehesa

El Barranco del Arroyo de la Dehesa (conocido más prosaicamente como el Cañón de Poyatos) es uno de los descensos de barranquismo más conocidos y clásicos de la provincia de Cuenca. Estas son fotos de ayer, con un estupendo caudal, aunque con el agua un poco turbia por las fuertes tormentas de los dos días anteriores.

Hemos subido fotos del Arroyo de la Dehesa en varias ocasiones. Como es de esperar, son imágenes de índole deportiva, donde el paisaje ocupa un segundo plano, de telón de fondo. En esta ocasión, vamos a intentar algo distinto: que el entorno natural asuma el protagonismo, y procurar que los simpáticos hombrecillos de colorines aparezcan lo menos posible (aunque resultan bastante pegajosos, y en ocasiones expulsarlos del todo es tarea casi imposible). Muchas veces, entre tanta peripecia deportiva nos olvidamos que recorremos un lugar que es una maravilla natural. Y con el agua de una primavera lluviosa, por partida doble. Vamos allá.

  

La Dehesa Boyal de Poyatos. Aunque el tajo del barranco se atisba desde la carretera, no deja adivinar la profundidad que llega a alcanzar.

El antiguo puente del camino de herradura histórico entre Poyatos y la Huerta de Majorales (popularmente el Puente de Arriba). Aquí comienza el descenso.

Entrada al cañón y primera cascada. De repente el arroyo se encajona y gana profundidad rápidamente entre los estratos calcáreos.

Entrada al cañón y primera cascada. De repente el arroyo se encajona y gana profundidad rápidamente entre los estratos calcáreos.

Un par de metros, no es gran cosa. Enseguida irá a más.

Un buen modelado kárstico, todavía en una fase relativamente temprana. Poco a poco, el Arroyo de la Dehesa horada la estratigrafía caliza y profundiza su corte de cuchillo. Este invierno de temporales ha tenido algún episodio de crecida brutal, con algunas alteraciones en el desarrollo. La erosión es lenta, pero no tanto para que en una vida humana no sean evidentes algunos cambios.

Marmitas...

  

  

  

Cascada de Poza Umbría. Aquí las fotos son con angular y en condiciones complicadas. El lugar es mucho más angosto de lo que la imagen parece entrever.

Cascada de Poza Umbria, desde la cabecera.

Poza Umbría, desde el final del pasamanos y justo antes del salto. Es difícil encontrar luz solar aquí, salvo a mediodía y con un sol de solsticio de verano.

Este lugar ha recibido varios nombres con la práctica deportiva, porque antes por lo inaccesible ninguno tenía. Nosotros lo llamamos simplemente El Salón.

  

  

  

La Cascada de la Toba, con unos 11 metros de altura más o menos. Este salto de agua marca el final de la zona inaccesible superior. El barranco aguas abajo poco a poco se abre y puede ser remontado con un itinerario de senderismo marcado que termina precisamente aquí. 

  

Añadir leyenda

Cascadas, grandes y pequeñas, en rápida sucesión. Con un caudal importante, este lugar es de cuento de hadas. La pena es el sol, que se nos fue por un rato.

  

  

  

  

  

Ya volvió...

La Cascada Grande, de 20 metros de altura.

  

  

  

  

  

Junta del Arroyo de la Dehesa con el Royo de la Virgen. Poco a poco se van uniendo afluentes que incrementan el caudal.

Vestigios de una antigua presa de gancheros. No hay río en la Serranía de Cuenca que no tenga restos de estas antiguas estructuras, que en ocasiones fueron casi monumentales.

Junta con el Barranco de la Quebrada.

Una sucesión de pequeños estrechos entre tramos abiertos de río.

  

  

Poco a poco el cauce se abre, permitiendo una vegetación de ribera fenomenal.

  

Arce de Montpellier.

  

Poza de la Cascada del Tobogán. Normalmente de un verde vivo, casi esmeralda. En esta ocasión con el agua turbia no luce tanto, claro. 

  

Cascada de la presa. Último rápel antes de la salida.

  

Salida del cañón. Último estrecho.

  

El Puente Viejo, Puente Romano, Puente de Abajo o Puente de Barazoso, que todos esos nombre y alguno más tiene. Medieval (siglos XI-XII) y recién restaurado.

  

Junta del Arrroyo de la Dehesa con el Escabas.